martes, 28 de julio de 2015

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE SANTIAGO
(UTESA)
 Ciencias de la Salud Carrera de medicina
INMUNOLOGIA MED 882 003
Tema:
Tolerancia inmunitaria y Maduracion de los linfocitos B en la medula osea
Presentado por:
ENOA TORIBIO 2-10-1046
YSMELDA B. LORGI 2-08-5167
YOLAINI HERNANDEZ 1-10-0603
ANIANA MERCADO 1-10-1108
JULISSA GARCIA 2-10-2403
PRICED HENRIQUEZ 2-08-0766
FABIORA YEAN 1-12-2123
ANA YISEL JIMENEZ 2-12-1344
BRIANDA HERNANDEZ 1-09-8797
Presentado A:
Dra: Mirtha Villar
Santiago De Los caballero Rep. Dom 
29 de julio 2015    


       Tolerancia Inmunitaria.

Se trata de un estado de ausencia de reactividad específica para antígenos concreto que se adquiere de forma activa. La más importante es la autotolerancia que permite que el sistema inmune de un individuo no ataque a las células de su propio organismo.Los mecanismos de tolerancia pueden establecerse a nivel central, durante la génesis y diferenciación de las células (timo en células T y médula ósea en células B) y a nivel periférico, sobre células adultas.La tolerancia  establecida a nivel central sobre los linfocitos B en la médula ósea es menos efectiva que la realizada sobre los linfocitos T en timo. Se considera que la presencia de un pequeño número de linfocitos B levemente autorreactivos es normal, no obstante, éstos permanecen inactivos por la falta de colaboración de los linfocitos TH2.Hay diversos rasgos que diferencian lo extraño de lo propio. En primer lugar en el órgano linfoide primario (OLP), donde se originan los linfocitos antígenos específicos, todo lo que hay es propio, por lo que la célula que reconoce antígeno en OLP es autorreactiva. En segundo lugar, lo propio tiene una concentración alta y constante, mientras que lo extraño tiene una concentración que aumenta rápidamente en órganos linfoides secundarios (OLS). Hay excepciones a esta regla; por ejemplo las hormonas son moléculas propias cuyos niveles pueden oscilar rápidamente, y tal vez esto tenga que ver con la alta incidencia de enfermedades autoinmunes en las que el ataque se dirige específicamente contra glándulas endocrinas. En tercer lugar, lo extraño siempre es presentado por APC con capacidad coestimuladora que han sido activadas a través de sus receptores para patrones moleculares asociados a patógenos (PAMP). Sin embargo, lo propio es presentado en la mayoría de las ocasiones por APC sin señales coestimuladoras. La estimulación de receptores de PAMP de las APC determina su capacidad coestimuladora y el tipo de respuesta inmune que se producirá frente a los antígenos presentados. Mecanismos que mantienen la tolerancia frente a los antígenos propios.El sistema inmune puede reaccionar contra cualquier estructura molecular para luchar contra cualquier posible microorganismo. Los receptores que coordinan esta respuesta son los anticuerpos expresados en la superficie de células B como receptores (BCR) y los receptores para el antígeno de células T (TCR). La generación de estos receptores se produce por un proceso genético muy característico de los precursores linfoides denominado recombinación somática de segmentos génicos. Este mecanismo es capaz de generar una gran diversidad de secuencias de aminoácidos en la región variable de los BCR o TCR que permiten interaccionar o reconocer a billones de estructuras tridimensionales o antígenos. Entre estas estructuras reconocibles se incluyen antígenos propios del organismo, por lo que se generan células autorreactivas.Existen, como veremos a continuación, una serie de controles sucesivos y complementarios que protegen de la autorreactividad capaz de generar autoinmunidad, sin interferir con la capacidad del sistema inmune para responder frente a antígenos extraños procedentes del exterior, como los agentes infecciosos, o del interior como las células tumorales. Los linfocitos T y B están sujetos a mecanismos de tolerancia central y periféricos. Para que la autoinmunidad se produzca deben concurrir una serie de fracasos en cadena de los mecanismos de seguridad que mantienen la tolerancia contra los antígenos propios.  

MADURACIÓN DE LINFOCITOS B EN MEDULA ÓSEA
Los linfocitos B maduros se encuentran en periferia (fuera de la médula ósea) Expresan inmunoglobulina de membrana. Provienen de células progenitoras B, que están presentes en la médula ósea. Se denominan células B inmaduras a las células localizadas en medula ósea (MO) y que expresen inmunoglobulina de membrana (IgM). Estas células sufren selección negativa sí reconocen moléculas en medula ósea. Los linfocitos B que no reconocen estructuras propias saldrán de la medula ósea y convirtiéndose en linfocitos B maduros que circularán por vía linfáticaMaduraciónLas células progenitoras de linfocitos B se denominan de manera diferente en las diferentes etapas en las que se puede dividir el proceso de diferenciación, y que dependen de los reordenamientos en los genes de cadena pesada y ligera de inmunoglobulina que tienen lugar. Los primeros segmentos genéticos que se reordenan son los de cadena pesada, y además lo hacen de una manera precisa en el tiempo, primero se reordenan los segmentos DH y JH y una vez que esto ha ocurrido, tiene lugar el reordenamiento VH-DHJH. Sólo cuando este reordenamiento ha terminado y se traduce la cadena pesada µ "mu” (contiene el dominio variable y los dominios constantes), el linfocito pre-B grande comienza a reordenar los segmentos genéticos que darán lugar al dominio variable de cadena ligera. La señal que dispara este nuevo reordenamiento es la llegada a membrana de un pre-receptor de linfocito B, ya que la cadena pesada µ se puede unir en retículo endoplásmico a dos proteínas (V-pre-B y λ5) que sólo están presentes en este estadio de diferenciación y que permiten el transporte de esta cadena µ a membrana Los linfocitos B inmaduros, aún presentes en médula ósea, expresan inmunoglobulina de membrana, ya que han reordenado los segmentos genéticos del dominio variable de cadena pesada y ligera. A esa inmunoglobulina de membrana se la nombra como IgM. Estos linfocitos B inmaduros abandonan médula ósea y comienzan a recircular. A partir de su salida de la médula ósea se denomina ya linfocitos B maduros.La supervivencia de células B inmaduras y su paso de célula B inmadura a B madura depende de la ausencia de reconocimiento de elementos propios en médula ósea. Los linfocitos B inmaduros que reaccionan con elementos propios en médula ósea mueren o se convierten en células anérgicas (incapaces de diferenciarse a célula plasmática) Los que no reconocen elementos propios o tienen poca afinidad por ellos llegan a linfocitos B maduros El paso de linfocito B maduro a célula secretora de inmunoglobulinas o a célula memoria depende del reconocimiento de antígeno no propio. Reordenamiento de genes estructuralesHasta ahora habíamos planteado que existía un único gen que codificaba para los dominios constantes de cadena pesada y por lo tanto todos los linfocitos B comparten idénticos dominios constantes en cadena pesada Existen varios genes (regiones del ADN) con capacidad para codificar los exones constantes de cadena pesada Se nombran como C y una letra griega. La región constante determina el isotipo de inmunoglobulinas. Hay 9 isotipos, que se agrupan en 5 familias. Estos isotipos se pueden expresar en la membrana de los linfocitos B en forma de receptor de membrana, o solubles (ya secretados, anticuerpos). En este caso los isotipos IgM e IgA forman pentámeros o dímero.





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