martes, 16 de junio de 2015

INFLAMACION





La inflamación (del latín inflammatio: encender, hacer fuego) es la forma de manifestarse de muchas enfermedades. Se trata de una respuesta inespecífica frente a las agresiones del medio, y está generada por los agentes inflamatorios. La respuesta inflamatoria ocurre solo en tejidos conectivos vascularizados y surge con el fin defensivo de aislar y destruir al agente dañino, así como reparar el tejido u órgano dañado. Se considera por tanto un mecanismo de inmunidad innata, estereotipado, en contraste con la reacción inmune adaptativa, específica para cada tipo de agente infeccioso.
La inflamación se identifica en medicina con el sufijo -itis. El mayor problema que surge de la inflamación es que la defensa se dirija tanto hacia agentes dañinos como a no dañinos, de manera que provoque lesión en tejidos u órganos sanos.

INFLAMACION AGUDA

La inflamación es la respuesta protectora natural del cuerpo a cualquier lesión, irritación o cirugía. Este proceso de “defensa” natural lleva un mayor torrente sanguíneo al área afectada, lo que produce una acumulación de líquidos. A medida que el cuerpo acumula esta respuesta protectora, los síntomas de la inflamación se desarrollan. Estos incluyen:

  • Hinchazón
  • Dolor
  • Aumento del calor y enrojecimiento de la piel


La inflamación puede ser aguda o crónica. Cuando es aguda, ocurre como una respuesta inmediata a un traumatismo (una lesión o cirugía), habitualmente en el curso de las siguientes dos horas. Cuando es crónica, la inflamación refleja una respuesta continua a un padecimiento médico de más largo plazo, tal como la artritis.
Aunque la inflamación puede ser causada por una infección, no son iguales y deben ser tratadas de maneras muy diferentes. Su médico especialista en pie y tobillo puede ser quien mejor determine la causa de sus tejidos inflamados.

Tratamiento

Para reducir la inflamación y la correspondiente hinchazón y dolor, los tejidos lesionados deben ser tratados adecuadamente. Mientras más pronto empiece su tratamiento, será mejor.
El tratamiento para la inflamación aguda consiste en la terapia RICE, por su sigla en inglés, que quiere decir Reposo (Rest), Hielo (Ice), Compresión (Compression) y Elevación (Elevation):

  • Reposo: No se apoye en el pie o en el tobillo. Caminar le puede causar más lesión.
  • Hielo: Aplique una bolsa de hielo en el área lesionada, colocando una toalla delgada entre el hielo y la piel. Use el hielo durante 20 minutos y después espere cuando menos 40 minutos antes de volver a aplicarlo nuevamente.


  • Compresión: Deberá usar una banda elástica para controlar la hinchazón.
  • Elevación: El pie o el tobillo deberán permanecer ligeramente por encima del nivel de su corazón a fin de reducir la hinchazón.


INFLAMACION CRONICA


Cuando la inflamación se mantiene durante un tiempo prolongado (semanas o meses), se habla de inflamación crónica, en la que coexisten el daño tisular y los intentos de reparación, en diversas combinaciones.4 Puede producirse por mantenimiento de la inflamación aguda (si no se resuelve la causa), o bien empezar de manera progresiva y poco evidente, sin las manifestaciones de la inflamación aguda. Este segundo caso es el responsable del daño tisular de algunas de las enfermedades humanas más invalidantes, como la artritis reumatoide, la aterosclerosis, la tuberculosis o la fibrosis pulmonar. Además, es importante en el desarrollo del cáncer y en enfermedades que anteriormente se consideraban exclusivamente degenerativas, como el Alzheimer.
En caso de no resolución se drenan también las bacterias y se extiende la infección por vía linfática: linfangitis (inflamación de los vasos linfáticos) y linfadenitis (inflamación de los ganglios linfáticos).

Causa

Entre las causas de la inflamación crónica se pueden distinguir:

Infecciones persistentes.

En el caso de microbios difíciles de erradicar, como micobacterias, ciertos hongos, virus y parásitos. Pueden dar lugar a la formación de granulomas.

Enfermedades mediadas por el sistema inmune.

En algunas enfermedades en las que la respuesta inmunitaria se produce de manera exagerada o inapropiada en relación al agente desencadenante, la inflamación crónica juega un papel importante en el aspecto patológico de las mismas. En estos casos, como la respuesta inmune está sobredimensionada, no produce beneficio, sino daño. Por ejemplo:
En las enfermedades ⦁ autoinmunes, el sistema inmune de un individuo produce anticuerpos contra sus propios tejidos, provocando una reacción inmune continua que resulta en inflamación crónica y daño de los tejidos; es el caso de la ⦁ artritis reumatoide y la ⦁ esclerosis múltiple;
En otros casos, se produce una respuesta inmune exagerada frente a microbios, como en la ⦁ enfermedad de ⦁ Crohn, en la que se produce una reacción frente a las bacterias intestinales;
En las reacciones ⦁ alérgicas, se produce una respuesta desproporcionada a agentes ambientales comunes, como en el ⦁ asma bronquial.
En este tipo de enfermedades, se suelen producir brotes repetidos de inflamación, por lo que se pueden observar características mixtas de la inflamación aguda y crónica.
Exposición prolongada a agentes tóxicos
Dichos agentes pueden ser:

  • Exógenos: Como el polvo de sílice, un material inerte y no degradable, que inhalado por periodos prolongados puede producir la enfermedad inflamatoria de los pulmones conocida como silicosis;
  • Endógenos: La acumulación de lípidos endógenos tóxicos (véase también LDL) en los vasos sanguíneos produce una inflamación crónica de los mismos, causando aterosclerosis.


Características

Mientras que la inflamación aguda se caracteriza por la aparición de cambios vasculares, edema e infiltración de neutrófilos, la inflamación crónica presenta las siguientes características distintivas:

  • Infiltración con células mononucleares: macrófagos, linfocitos y células plasmáticas;
  • Destrucción de tejidos, debido a la persistencia del agente o de las células inflamatorias;
  • Intentos de reconstrucción, reemplazando el tejido dañado con tejido conectivo, con proliferación de vasos (angiogénesis) y, sobre todo, fibrosis.

Además de los infiltrados celulares, en la inflamación crónica es muy importante el crecimiento de vasos sanguíneos (angiogénesis) y linfáticos, estimulado por factores de crecimiento como VEGF, producidos por macrófagos y células endoteliales.

Grupo #1

Lisbeth Perez 2-12-0638
Genesis Urena 2-12-1076
Yuneli Lopez 2-12-1200

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